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Lunes, 19 Enero 2015 00:00

Espionaje en la República Democrática Alemana

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El pasado 15 de enero se cumplía el vigésimo quinto aniversario del asalto ciudadano a la antigua sede del Ministerio para la Seguridad del Estado en la Alemania Oriental, también lugar de operaciones de la Stasi (un servicio de policía secreta creado a imagen y semejanza de la KGB soviética), con motivo de las manifestaciones que se dieron entonces acerca de la inaccesibilidad a las actas e información con datos de carácter público que este servicio de inteligencia había recabado sobre los propios ciudadanos de la Alemania oriental democrática.

En los años próximos a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, Alemania se dividió en dos Estados contrarios. Por un lado, la Alemania occidental capitalista (República Federal de Alemania, RFA), y por otro, la Alemania del Este (República Democrática de Alemania, RDA), asentada en territorio alemán ocupado por la URSS. Los ciudadanos de la RDA fueron espiados por el servicio de la Stasi con motivo de supuestas prácticas subversivas contra los ideales del régimen social-comunista, impuesto allí tras la segunda Gran Guerra, que diseñó la Stasi en 1950 con la misión de proteger el Estado frente a "criminales, agentes enemigos, discrepantes, saboteadores o espías". Para llevar a cabo su objetivo, la Stasi contaba con más de 91.000 funcionarios y con más de 189.000 trabajadores no oficiales a los que presionaban para sonsacar información.

Finalmente, un año después de la caída del muro de Berlín, ambos Estados se unificaron y la sede del Ministerio de Seguridad de la parte Este se abrió al público. Sin embargo, miles de ciudadanos se manifestaron el 15 de enero de 1990 por las malas prácticas que se habían estado realizando en dicha sede, como la quema de actas y documentos, y por el aún inexistente acceso y la falta de información acerca de los expedientes personales que la Stasi recabó. Por ello, asaltaron el edificio, y este año se honra la memoria de estos atrevidos ciudadanos. Según informa EFE, "resulta imposible saber cuántos documentos desaparecieron en las semanas que siguieron a la caída del Muro de Berlín, pero el comisionado se enfrenta todavía hoy a la titánica labor de vigilar, estudiar y clasificar más de 111 kilómetros de actas, 1,7 millones de documentos fotográficos, 2.800 vídeos y 27.600 grabaciones sonoras"; sin embargo, desde 1991, el país cuenta con una Ley que regula el acceso a los documentos del archivo y ya son más de tres millones la personas que han solicitado acceder a sus actas.

 

Bruno Camacho

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