El interés por entender cómo se organiza el mundo y nuestro lugar en él es una constante en la historia que continúa plenamente vigente. Nuestra vida se desarrolla en espacios geográficos que están en constante evolución, del mismo modo que lo están las formas de documentar, transmitir y explotar la información relativa a ellos.

El vertiginoso ritmo de los cambios físicos, políticos y humanos que se están produciendo nos mueve al estudio crítico y la búsqueda de su comprensión geográfica de un modo transversal y multidisciplinar donde la forma de documentar y recuperar esa información resultará estratégica. Desde la observación y la reflexión geográficas surgen perspectivas que visibilizan los patrones sociales, las circunstancias ambientales y las características locales, pero que también cuestionan la naturaleza y la solidez de las representaciones usadas para describir acontecimientos y procesos.

Durante siglos la cartografía canalizó la necesidad de representación gráfica y sistematización de la información geográfica. En el devenir de los avances tecnológicos, hoy se suma a ella la ciencia de la información geográfica (GISci), que profundiza en el potencial y las limitaciones de esas tecnologías. Métodos y herramientas no solo fundamentales para la Geografía, sino también para muchas otras disciplinas, procesos y servicios. Un sustrato sobre el que representar análisis y datos para la observación de problemas.

De todo ello han sido y siguen siendo testigos los archivos. Sus fondos documentales son fuente primaria de información para conocer la ordenación del territorio y la evolución de su propiedad y usos, también para analizar la distribución y organización de la población, o para el estudio de los métodos de representación geográfica y la toponimia. La expansión de los sistemas de información geográfica y la incorporación de referencias geoespaciales a múltiples contextos de negocio también conlleva la necesidad de afrontar su gestión y preservación desde la perspectiva de la gestión de documentos y la oportunidad de incorporarlos a los propios procesos archivísticos. Además, en un momento en el que las estrategias de datos gubernamentales y de negocio están dando especial relevancia a la interoperabilidad y la reutilización de los de tipo geográfico.

Hasta el próximo 30 de septiembre (nuevo plazo) abrimos la oportunidad de presentar artículos para el número 26 de la Tabula que se centrará en tema propuesto desde perspectivas como:

1.     Fuentes documentales de archivo para el análisis/estudio geográfico.

2.     Documentar el arraigo y la propiedad del territorio. La prueba documental en los procesos de recuperación del territorio.

3.     Sesgos, manipulación y desinformación geográfica a través de los documentos.

4.     Tratamiento de formatos documentales de especial interés geográfico: mapas, planos, gráficos, ortofografías, fotografías, etc.

5.     Aplicación de la ciencia de la información geográfica (GISci) a la producción de documentos y los procesos archivísticos.

6.     Gobernanza de datos geográficos. Modelos de datos geográficos y su gestión en las organizaciones.

7.     Geografía social y humana a través de los documentos.

8.     Cartografiar lo invisibleRecibirás en los próximos días, el ejemplar que te hemos remitido.